Cómo armar este rompe-cabezas. No; mas bien, cómo desear armarlo! Solo consigue poner en práctica su nombre.
Tal vez….todo es un tal vez ¿quién comprenderá? …risas, burlas.
Porque no entienden, porque solo se quieren entender a sí mismos.
Sin embargo, siempre hay una excepción. Lo agradezco tanto. Pero frente a esa excepción, mis revuelos parecen revoltijos, mis túneles parecen simples huecos, con el fondo antes de lo que esperaba.
Es una crisis, y todo empezó con unos tales. Cualquiera pudiera decir con derecho, que no empezó en un “tal”, sino en mi. Pero es que esos tales eran parte de mi “yo”, tanto así. Es eso en lo que quisiera ser entendida.
Es el peligro que se corre al vivir en comunidad, acercarse demasiado, o dejar que se acerquen. ¡¡cómo separar las cosas y a la vez mantenerlas unidas!!! Ese es precisamente el misterio del amor.
¡¡quién entenderá!!!
Conozco un ejemplar, y lo tengo muy cerca de mí (digo muy cerca, porque es precisamente su distante cercanía lo que lo hace un ejemplar).
Todo es tan confuso, y me duele, me duelen tantas cosas, me duelen tanto. Tanto, que ya no siento dolor. Tanto que ya no siento nada. Nada de nada.