Mary

Soy una hija de Dios, psicologa supongo, pero guida por las pautas divinas de la creación. Solo quiero registrar el proceso, las curvas, el pulso de lo que va creciendo dentro de mi, y lo que va de-creciendo. Porque al final llegaré a una gran conclusión, pero no tendrá valor si olvido el camino recorrido, las piedras, los puentes, los amigos...el proceso. Todo comenzó...cuando nací de nuevo:

lunes, diciembre 31, 2007

Y al final...


Se va este año y no me apena. Ha sido un año raro para mi, intermedio, entre mi vida pasada y mi vida nueva, un año de profundos cuestionamientos. Fue un año de renovación completa, de asombro ante lo que no veía y ahora pude ver, un año de transición hacia un nuevo paradigma. Las preguntas siguen, pero la forma de buscar las respuestas ha cambiado, y con ello las respuestas mismas. Es tan simple la verdad.
Basta de complejidades en este nuevo año. Experimentar, vivir la vida, buscar la esencia, el sentido, el espíritu en vez de las formas, rígidas, ciegas, fanáticas, sin amor.
Más bien el equilibrio. Y he aprendido que la radicalidad no se opone al equilibrio y que el relativismo no es su sinónimo.

Si me pregunto cuál fué la constante en este año, que soportó vientos y mareas, pienso solo en una persona: Jonathan. Es una preciosa muestra del amor de mi Dios, sin el cual la crisis no habría logrado ser transición. Tal vez hubiera sido un caer en el desconsuelo, quedarse en la decepción. Gracias Jonathan por mostrarme el verdadero significado de ser cristiano, por abrir mis ojos para siempre. Gracias Padre por mostrarte a mi, a través de él. No sabes cuánto lo necesitaba. (Si sabes).

Este nuevo año puedo decir que soy totalmente distinta, totalmente. Solo quedan en mi los recuerdos que marcaron mi vida para siempre, y que este año se reorganizaron en una nueva estructura, más sólida, pero totalmente diferente a la anterior, aunque nació de ella.

Personas que quise en el pasado volvieron, renovados también, a enriquecer mis deducciones, a colocar piezas que faltaban, a refrescar mi mirada. Amistades nuevas, visiones nuevas que contemplar...para aprender.

Y mi tesis, otra muestra del amor y sabiduria de Dios. Lo que no pude aprender durante la carrera, lo he aprendido ahora realizando una investigación que jamás me creí posible, con un profesor cuya buena disposición para enseñar ya no creía que hubiera. He visto la mano de mi Padre en cada fase, en cada logro y en cada tropiezo. Que sabio es.

No se qué piensa El de mi ahora, porque no se lo que pasará conmigo; solo se que me comprende, y que sabe hacia donde voy, porque si de algo tengo certeza (y es lo único) es de que El me lleva y terminará la buena obra que empezó.
Algo nuevo me está pasando y es fuerte. Tan fuerte que no se si seguiré donde estaba antes, donde iba antes, con quienes me reunía antes. Siento que es tan fuerte el cambio que a veces me asusto y quisiera volver, pero ya no puedo, no podría, porque no tiene sentido para mi, porque se que no es lo real.
Seré distinta.
Solo espero soportar los reproches y censuras de los que siguen ahí.
Seré más fuerte.

Gracias a todos los que de una u otra forma han aportado a mi crecimiento y bienestar, a los que me levantaron cuando caí, a los que me escucharon cuando nadie hubiera querido escucharme, a los que soportaron mis lágrimas y mis enojos, a los que comprendieron mi rabia y mi violencia sin juzgarme, porque entendieron lo que había bajo ellas. A los que me abrazaron. A los que se alegraron genuinamente con mis alegrías. A los que estuvieron atentos siempre...a los que me mostraron a Cristo en ellos.

Empiezo este año con una nueva visión, un nuevo objetivo y, aburrida de todo lo anterior, me lanzo sin miedo, porque se que hay ALGUIEN que está detrás de todo esto. Y El sabe lo que hace.

Bienvenido año nuevo!

martes, diciembre 25, 2007

Natividad


"Y he aquí el Señor pasaba.

Y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas.

Pero el Señor no estaba en el viento.

Después del viento un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto.

Después del terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.

Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible.

Cuando Elías lo oyó se cubrió el rostro...Y he aquí, oyó una voz...."



"Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas.

Pero María atesoraba todas estas cosas, meditando sobre ellas en su corazón."


"Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón."



En el susurro apacible,
en el silencio,
quieta.

Ellos te oyeron.
Ella te oyó.