“Oh, Señor, ¿por cuánto tiempo debo clamar pidiendo ayuda antes que oigas? Clamo a gritos y es en vano, no hay respuesta. "¡Socorro!", grito pero nadie me viene a salvar. ¿Debo por siempre ver violencia y pesar a mi alrededor?
Y el Señor me respondió diciendo: Escribe mi respuesta en letras grandes y claras para que cualquiera pueda leerla de una mirada y corra a contarla a los demás. Pero las cosas que planeo no ocurrirán inmediatamente. Lentamente, con tranquilidad, pero con certeza se acerca el tiempo en que la visión se cumplirá. Si parece muy lento, no desesperes, porque estas cosas tendrán que ocurrir. Ten paciencia. No se retrasarán en un solo día. Nota esto: Los impíos confían en sí mismos y fracasan; pero el justo por su fe vivirá."
Habacuc 1:2; 2:2-4 (BD)