Mary

Soy una hija de Dios, psicologa supongo, pero guida por las pautas divinas de la creación. Solo quiero registrar el proceso, las curvas, el pulso de lo que va creciendo dentro de mi, y lo que va de-creciendo. Porque al final llegaré a una gran conclusión, pero no tendrá valor si olvido el camino recorrido, las piedras, los puentes, los amigos...el proceso. Todo comenzó...cuando nací de nuevo:

jueves, julio 27, 2006

Jesús llama a María

En aquel día, leía yo el libro de Hechos, de cuando el Señor se le presentó a Ananías: “y este le respondió: Heme aquí, Señor.
Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque, he aquí, está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.” (Hech 9, 10)
Entonces pensé en cuánto desearía yo ser llamada de esa forma y para una misión tan especial, y que Dios hallara en mí la disposición que le permitiera utilizarme en cualquier momento para su obra...y decir: ¡¡¡¡Heme Aquí!!!!!
Imaginé cómo sería estar en el lugar de Ananías, y ser llamada para ir a darle la vista a Saulo de Tarso.
Entonces pensé: Ciertamente hay muchos que desearían lo mismo que yo, y que responderían al llamado con la misma pasión y entusiasmo.
Al instante, vinieron a mí imágenes de muchos que quisieran tener un gran llamado, y ofrecerían arrebatadamente ir a cualquier lugar donde el Señor los envíe y hacer todo lo que El les pidiera.
Entonces imaginé varias razones por las cuales no creo que Dios los llame aún a lo que ellos desearían.
Y fui, entonces, a ver quién era Ananías, que lo hacía tan especial para ese llamado, y vi que era “un hombre piadoso según las normas de la ley, y de quien daban buen testimonio todos los judíos que vivían allí” (Hech 22,12).
Entonces vi que yo no me parezco mucho a Ananías. Y vino a mi mente un versículo que dice: “en lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pondré” (Mt 25,21).
También recordé aquellas palabras con las que Jesús instruía a sus discípulos, diciéndoles: “cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, y cualquiera que desee ser el primero será siervo de todos” (Marcos 10, 43-44).
Y también: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13, 14-15).
Entonces entendí, que por muy apasionada que imagine mi respuesta “heme aquí”, difícilmente el Señor me llamará a lo mucho y a lo grande, si no he sido fiel en cumplir sus mandamientos en lo poco y en lo pequeño.
Y aconteció que, mientras pensaba en esto, escuché la voz del Señor que me decía:
“María”, y yo respondí: ¡¡¡¡¡HEME AQUÍ, SEÑOR!!!!!
Y El me dijo:
“Levántate y ve a prepararles la once a tu madre y a tu hermana, porque, he aquí, tienen hambre, y tu madre yace recostada en su cama, pues ha llegado del trabajo muy cansada, y tu hermana, a la verdad no se siente bien.”

Entonces, levantándome, fuí y preparé la once a mi madre y a mi hermana, les llevé la bandeja a la cama y, he aquí, ellas se regocijaron en gran manera.

...

Señor, un hombre se tiró del edificio.
¿quién era? Nadie sabe; bueno, uno más de tantos, qué importa.
¿las razones? Nadie sabe, ¡a quién le importa!

...Seguramente eso mismo pensó él antes de tirarse:
¡¡¡¡¡¡A QUIEN LE IMPORTA!!!!!
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Señor, ¿a quién le importa?. Estoy segura de que a ti sí.
Entonces ¿a mi no?
.
.
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Padre, perdónanos porque sabemos lo que no hacemos

viernes, julio 14, 2006

"Cuantas veces"

Amados, he aquí una canción que le escribí al Señor, despues de darme cuenta lo que había hecho conmigo en estos 3 años. El me sacó de Egipto y me atrajo a Sí con lazos de amor. Alabo su Nombre. La melodía es linda, pero por ahora aqui va la letra:



"Por fe", me dijiste al empezar,
por fe comenzé a caminar,
como a tientas, no veía
tu gran majestuosidad.
"Solo un paso, otro paso"
me dijiste al empezar.
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Por fe, avancé en la oscuridad,
por fe, solo fe y nada más (nada más)
No te siento, no te veo,
dije a medio caminar.
"Solo un paso, otro paso"
escuché en algún lugar.
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Cuántas veces he caído y estás ahí,
cuántas veces he dudado de tu amor,
cuántas veces te negué en mi corazón (Y El me dijo)
Son tres veces, pero te amo,
el gallo ya cantó.
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Tu luz de repente vislumbré,
Tu mano sobre mi apareció,
ahora veo, es tan claro,
cómo iba a imaginar.
Me vestía de cadenas
me querías liberar.
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Cuántas veces he caído y estás ahí
cuántas veces he dudado de tu amor,
cuántas veces te negué en mi corazón.
Son tres veces, pero te amo
EL GALLO YA CANTÓ.
(Gracias mi Señor)